Llamamos flujo logístico al conjunto de actividades realizadas de forma sucesiva durante las etapas de fabricación y distribución de un producto. Estas actividades se caracterizan por los movimientos físicos (de componentes, materiales, subconjuntos, productos en curso o terminados) y de información. La gestión del flujo logístico tiene como finalidad el control de dichas actividades en busca de la optimización de los procesos empresariales y por tanto, de una mayor eficiencia.
Tipos de flujos logísticos
Flujo logístico interno o de producción: son aquellos que implican el movimiento de materiales y componentes en la red de fabricación: transformación, fabricación, manipulación y gestión de inventario, etc.
Flujo logístico externo: pueden ser de dos tipos:
Flujos de suministro o ascendentes: movimiento de materiales y consumibles del proveedor al almacén.
Flujos de distribución o descendentes: traslado de productos acabados o semiacabados de una empresa a otra (embalaje, manipulación, transporte, almacenamiento…).