Carga
¿Qué es una carga?
Llamamos carga al conjunto de bienes o mercancías protegidas por un embalaje apropiado para facilitar su transporte. Constituye un aspecto esencial a la hora de gestionar un proceso logístico, ya que, según su naturaleza y de cómo se proteja, adaptaremos y planificaremos la solución de almacenaje más adecuada.
Tipos de cargas logísticas
Podemos categorizar las cargas en cuatro tipos en función de su naturaleza y su manipulación en los procesos logísticos:
Carga general
Carga transportada en unidades pequeñas e independientes. Se manipulan como unidades y se transportan y almacenan juntas. Pueden subdividirse en dos tipos en función de su embalaje:
-
Carga general suelta o fraccionada: aquella que se manipula como unidades separadas en cajas, paquetes, fardos…
-
Carga preparada: son cargas generales que por comodidad para su manipulación, se unifican dentro de un mismo bulto. Un ejemplo de este tipo de carga son los palés.
Carga a granel
Carga sin embalaje en la que el medio de transporte funciona como recipiente, como puede ser en el caso del petróleo, el butano o los cereales en grano.
Carga frágil
Por su naturaleza, este tipo de carga debe ser manipulada con especial cuidado para evitar que se estropee o se dañe durante la manipulación, como en el caso de artículos de vidrio o aparatos electrónicos. Es habitual que este tipo de cargas incorpore protecciones adicionales para amortiguar posibles golpes o impactos durante el proceso logístico.
Carga peligrosa
Es un tipo de carga que debe ser manipulada con especial cuidado porque, por sus propiedades explosivas, oxidantes, radioactivas…, puede causar daños a personas, medios de transporte o ecosistemas, si no se manipula de forma adecuada. En este grupo se encuentran todos los líquidos y productos inflamables, materiales radiactivos, sustancias corrosivas, etc. Es fundamental que este tipo de carga tenga una identificación que detalle el contenido de su peligrosidad.